Los niveles seguros de actividad física dependerán de la severidad de los síntomas del paciente.  Se requiere de valoraciones periódicas por el cardiólogo debido al riesgo de que el individuo desarrolle arritmias muchos años después.

 Los pacientes en estados de insuficiencia cardiaca menos severos deben mantenerse activos, por lo que pueden realizar actividades recreativas a tolerancia. Sin embargo, es recomendable que los individuos con esta condición eviten actividades físicas excesivas y ejercicios isométricos como alzar pesas y el esquiar bajando pendientes.

Cualquier persona con un defecto cardiaco congénito, reparado o no reparado, debe consultar a su cardiólogo sobre los riesgos de realizar alguno de los diferentes tipos de ejercicio físico.