¿Qué es?
La hipertensión sistémica es presión alta en las arterias sistémicas – los vasos sanguíneos que llevan sangre del corazón a los tejidos del cuerpo (excepto a los pulmones).
La presión sanguínea sistémica (del cuerpo) alta es causada usualmente por constricción de las arterias pequeñas (arteriolas). Este aumento de presión eleva las resistencias periféricas al flujo de sangre, lo que aumenta la carga de trabajo al corazón, elevando la presión arterial.
La presión sanguínea se mide en sus niveles más altos (sistólica) y los más bajos (diastólica). La presión sistólica normal depende de la edad de la persona, pero un máximo normal para un adulto es alrededor de 140 mmHg (milímetros de mercurio). El límite superior de presión arterial diastólica es alrededor de 90 mmHg. El término presión de pulso se refiere a la diferencia (en mmHg) entre la presión sistólica y la diastólica.
La causa de la hipertensión sistémica primaria o esencial (95% de los casos) es desconocida. La hipertensión sistémica que es debida a otra condición o enfermedad se denomina hipertensión secundaria. Por ejemplo, la presión sanguínea elevada puede ser causada por un estrechamiento de la aorta (coartación de la aorta), por enfermedades de los riñones que involucran estrechamiento (o estenosis) de la arteria renal, o por ciertos trastornos endocrinológicos (ej. Enfermedad de Cushing). |